En
estos tiempos en que se nos hace difícil el optimismo, por el
devenir diario ya sea por problemas económicos, personales,
decaimiento, entorno, los gobiernos. No dudemos en buscar los salmos
y poner en Dios, nuestra confianza aunque todo lo veamos oscuro .
Escudriñemos su palabra siempre nos arropará, nos consolará y nos
dará la fortaleza para seguir.
Una
forma de hacerlo es leer un salmo diario y luego detenernos un minuto
y reflexionar, qué nos dice.
Hoy
comparto con ustedes este Salmo 3, en esta tarde animó a mi alma.
Siempre fiándome de Dios. Recemos con confianza:
1Cuántos
son mis enemigos!.—El rey David, como todo cristiano, tiene un
aliado más fuerte que todos sus enemigos juntos: Dios.
2 ¡Señor,
cuántos son mis adversarios, cuántos los que se alzan contra
mí!
3 ¡Cuántos
los que me dicen: «Ya no tienes en Dios salvación»!
4 Mas
tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria, el que levanta mi cabeza.
5 Tan
pronto como llamo al Señor, me responde desde su monte santo.
6 Yo
me acuesto y me duermo, y me levanto: el Señor me sostiene.
7 No
le temo al pueblo que me rodea, que por todas partes me amenaza.
8 ¡Levántate,
Señor! ¡Sálvame, oh Dios mío! Tú golpeas en la cara a mis
enemigos y a los malvados les rompes los dientes.
9 La
salvación viene del Señor, que tu bendición venga sobre tu pueblo.
Hasta la próxima
Betriz Martín
06/11/2020