Cuantas veces nos hemos sentido abatidos,
tristes, cargando una mochila llena de culpas y arrepentimientos, con esa sensación de fracaso, que no nos
conduce a nada y nos resta como seres
humanos, cuantas veces hemos estado angustiados, le hemos suplicado que cambien
situaciones adversas, y sentimos que no
nos escucha. No debemos olvidar que
somos hijos de Dios, él no se mueve de nuestro lado, el Padre, su hijo, nuestro
amigo, Jesús de Nazareth, es bálsamo, , es agua viva, que consuela
y seca nuestras lágrimas, así que vamos a dejarnos amar y consolar por él , él
esta esperando que le abras la puerta de tu corazón y tus lágrimas desaparecerán,
te lo digo yo.
Poemas, Reflexiones, valores,...
Simplemente una experiencia cristiana con Dios
martes, 31 de enero de 2017
martes, 24 de enero de 2017
¡TIEMPOS DE SÚPLICA!
Un pueblo que
clama,
como tus clavos
claman piedad,
Un pueblo gélido implacable,
como la frialdad
del olivo en tu soledad.
Padre nuestro que
estas en los cielos,
te suplico escucha
nuestro ruego.
Jesúscristo,
amigo, danos tu don de amor,
es urgente la
reconciliación.
Espíritu Santo
sopla en nuestra alma,
y nuevamente la hermandad se levanta.
©Beatriz Martín
23/01/17
jueves, 12 de enero de 2017
MAS ALLÁ DEL RITO
“Dijo
entonces el Señor: Por cuanto este pueblo se me acerca con sus palabras y me
honra con sus labios, pero aleja de mí su corazón, y su veneración hacia mí es
sólo una tradición aprendida de memoria”.
Isaias,
29- 13
Fotografía Clara Esther Lucena
La palabra nos
recuerda que es con el corazón, a solas, en el silencio de nuestra habitación,
donde debemos alabarle y honrarle como
Dios, así, como el amor que le tenemos y no buscar el agrado
de los demás o esperar de ir a una iglesia para para conversar, rezar y
alabarle.
La palabra nos recuerda de evitar en lo posible quedarnos solo con el rito y la norma, sin antes no atender lo que
nos diga su corazón, nuestro Padre, el maestro, Jesús de Nazareth, él siempre
tiene algo que decirnos, siempre espera que le abramos el alma para escucharle
y amarle él siempre nos estará derramando su amor y misericordia.
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