Nosotros solemos tener una visión de la Cuaresma muy dura , una cuaresma muy severa, penitencial, pero no siempre es así hay otra visión más amable, el cuarto domingo de cuaresma suele llamarse también, Domingo de la alegría, por la cercanía de la pascua, vivimos el perdón y la misericordia de Dios a través de la confesión y reconciliación.
Su origen se remite a la antífona de Entrada de la Eucaristía tomada del profeta Isaías que comienza diciendo: «Laetare, Ierusalem...» («¡Alégrate Jerusalén!»). El color litúrgico, hoy, pasa del morado al rosa para representar la alegría por la proximidad de la Pascua.
Y ahora les comparto dos poemas en cuaresma.
Que Dios les bendiga hasta la próxima.
©Beatriz Martín
14/03/2021
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