Lucas 4 “Cuando
terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las
redes». 5 Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado
la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré
las redes». 6 Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de
peces, que las redes estaban a punto de romperse. 7 Entonces
hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a
ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi
se hundían”.
Cuando
en nuestra vida diaria nos encontramos con cruces pesadas, y nos da
la sensación que son de imposible solución a nuestro entendimiento,
nos llega una tristeza, un desaliento, como sino nuestro Padre que
está en los cielos, no nos oye. Lo mismo pasa con los
acontecimientos en el mundo en relación a las guerras, a los virus
, como si el miedo nos ganara la batalla y nos olvidamos de los
grandes milagros que Jesús, el Señor, hizo.
Tengamos
siempre presente con toda certeza que para Jesucristo sí hay
solución, que tiene planes maravillosos para nosotros, solo dejemos
todo es sus manos, hagamos las diligencias necesarias y lo demás con
confianza lo dejamos
a sus pies en oración.
Les
aseguro que esa confianza y fe será recompensada, no dudemos de sus
planes, solo que
él tiene su tiempo. Mientras
la solución o mejora llega, sigamos dando testimonio de su amor,
llevando su palabra y poniendo nuestro granito de arena.
Nota:
No los olvido, solo que los estudios me tienen atrapada.
Que
Dios los bendiga, hasta la próxima.
©Beatriz
Martín
21/05/2021