Leyendo
el libro de Pagola, “Grupos de jesús”, sobre este pasaje me dejó
algunas reflexiones
En
el pasaje de la Mujer adultera, Juan 8, 1-11, si leemos el pasaje
despacio,nos lleva a una profunda reflexión, veamos algunas frases:
dice la palabra:
1º
“Jesús se retiró a los Olivos y al amanecer bajó a
enseñar”, lo primero que hace Jesús es orar, nos muestra que
para poder enseñar y predicar su palabra, debemos orar, retirarnos
a nuestra habitación y orar, así nos llenarnos de él, de su
Espíritu Santo y poder dárselo a los demás , fue a los Olivos a
llenarse del Padre. Hermoso, procuremos hacer lo mismo cuando vayamos
hablar sobre Jesús.
2º
Los escribas y fariseos le traen a la mujer adultera, para
apedrearla, según la ley de Moisés, para comprometerlo, quería
saber la reacción de Jesús si era capaz de contradecir a Moisés,
“Jesús inclinándose, se puso a escribir en el suelo, pero como
insistían en sus preguntas, se incorporó y les dijo – el que esté
libre de pecado que tire la primera piedra”.
Hay
dos reflexiones, primero el silencio largo que hace sentir a su
alrededor, es profundo, los lleva a todos a la calma, en un
momento de tensión, la Ley dice apedrear, sin embargo Jesús con
una gran compasión prosigue - “el que esté libre de pecado
que tire la primera piedra”. La forma de dirigirse a los
presentes llevando una situación de tensión a la calma profunda esa
calma nos debe hacer detenernos antes juzgar a los demás, y
mirar en nuestro interior y orar para que Dios obre en nosotros y
también hacer silencio.
3ª
Dice Jesús con gran compasión y dándole dignidad a la mujer:
-
Mujer, dónde están?, nadie te ha condenado. Ella contestó –
Nadie Señor. Jesús le dijo: - Tampoco yo te condeno. Anda y no
peques mas. Recordemos que aquellos tiempos, la mujer no valía
nada, no era tomada en cuenta en la sociedad y Dios le da dignidad,
le da valía, la perdona y la invita a vivir de forma distinta.
Conclusión,
debemos orar siempre antes de enseñar y no juzguemos a los demás,
recordemos que Dios siempre está para perdonar y amar, siempre nos
hace una invitación para vivir de forma cristiana.
Hasta
la próxima
Beatriz
Martín
12/05/21