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Simplemente una experiencia cristiana con Dios

domingo, 20 de febrero de 2022

RESCATEMOS LA FE CON ORACIÓN

 

"El espejo: cuando venga el Hijo del Hombre,  ¿hallará fe sobre la tierra?", Vladimir Kireyev


"Pero, cuando el Hijo del Hombre venga, 

¿encontrará la fe sobre la tierra?" (Lc. 18, 8).

    En los tiempos que corren, donde toda va muy rápido, la cultura de la muerte desatada, Europa lo llama inclusión, buscando una religión única, para olvidarnos del El Señor de Señores. Hace poco en las festividad navideña el parlamento europeo, se negó a colocar un pesebre porque y que excluía, insolito.

    Tiempos duros para la cristiandad. Debemos renovar con urgencia nuestra fe y con obras, debemos con urgencia acercarnos a los sacramentos, hacer ayuno, hacer penitencia. Orar por la conversión del mundo entero, orar por nuestra Iglesia Católica, por nuestros sacerdotes, por la paz del mundo, por nuestro camino de conversión.

la pintura hace referencia a la frase de Jesús al concluir la parábola de la viuda inoportuna y el juez impío: "Pero, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?" (Lc. 18, 8). El fin de la parábola de Jesús era inculcarles a sus discípulos, "que era preciso orar siempre y sin desfallecer" (Lc. 18, 1). 

La oración perseverante es un asunto de fe, del combate de la fe, especialmente cuando las circunstancias son adversas, cuando humanamente sentimos que Dios parece darle largas a nuestras demandas. 

La gran batalla del cristiano no es con drones ni ordenadores, es la que se libra en el espíritu, en la oración perseverante, que es oración de fe desnuda, aquella que se apoya en la más absoluta confianza en Dios y en sus planes de amor y misericordia. Jesús ha unido esta oración de combate, oración de fe, con su Segunda Venida.

Toda la tradición del Nuevo Testamento nos anuncia esta manifestación final del Cristo glorioso, que estará precedida por una serie de signos, entre los cuales se destaca la apostasía: "Primero tiene que venir la apostasía" ( 2 Tes 1, 3). Apostatar es renegar o abjurar de la fe recibida. Existe un movimiento, por lo menos en España, que promueve que los bautizados en la fe católica renuncien de manera explícita a ella, a fin de que sus datos no aparezcan en el censo de la Iglesia.

Esta apostasía hasta ahora, aunque ha tenido cierta resonancia en los medios de comunicación, ha sido un movimiento francamente minoritario. Pero existe otra mucho más preocupante y extendida: es la que muchos viven en su cotidianidad, donde la referencia existencial y práctica a la fe cristiana ha desaparecido.

Gentes que viven, aunque no se declaren formalmente como ateos, como si Dios no existiera, como si no hubiera nada más allá de la muerte. 

A esto sumamos la campaña mediática en contra de la Iglesia y la influencia en la legislación, española y europea, de las tesis de un laicismo radical que pretende excluir todo referente religioso de la vida pública.

A mi nunca me han gustado las teorías conspirativas, pero es evidente que se quiere expulsar a Cristo de la cultura y de la vida de los pueblos. Occidente se encuentra inmerso en una apostasía generalizada. No hace falta que nos lo diga una revelación particular, basta abrir los ojos y darse cuenta de lo que sucede. 

Intuyo, simplemente, que se acercan fuertes tormentas para los cristianos en Europa. Basta observar los nubarrones que se han ido acumulando sobre el horizonte en estos últimos años.

 Sigamos el consejo de Jesús, oremos sin desfallecer y estemos preparados, para que sepamos dar cuenta, con valentía, de las razones de nuestra fe: "siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza" 


Amigos que Dios les bendiga, hasta la próxima.


©Beatriz Martín

20/02/2022



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