Señor, ábreme los ojos para aprender a enamorarte en la prosa santificada de mi quehacer diario. Bien
sé que allí moras Tú.Bien
sé que allí estoy seguro de encontrarte , no yo como de pasada , ni
menos furtivamente, sino de manera estable y en persona” Pierre
Charles.
“Soy
un discípulo tan distraído y un alumno tan olvidadizo...
La lección
de tu presencia invisible, me las ha de repetir a cada hora del día
porque a cada instante se me esfuma.
Que
aprenda yo a verte allí donde estás, hasta el día en que mi ansia
creciente de encontrarte y a mi pregunta mil veces repetida: ¿dónde
habitas ?. Tú
me respondas admitiéndome
para siempre en tu eterna intimidad”. I.H.
Amigos
en esta fria mañana, al calor del encuentro con Dios frente al mar,
he abierto
un libro que me regalaron, y
a veces
lo saco de paseo, se llama, “Ora en secreto al Padre” de Robert
Claude S.J. y José Feder, S.J.
Esta
reflexión ha tocado mi alma, en la intimidad de mi ser en las preguntas
que siempre hago señor qué hacer y sentir “amarte, a mar y
amarme”.
Procuraré
amigos, compartir algunos momentos que vivo cuando tengo la valentía
de estar a solas con él y escuchar su voz, mi interior.
©Beatriz
Martín
10/02/18
Un gusto encontrarte y leer......saludos.
ResponderEliminarGracias Sandra Bienvenida un saludo
EliminarUnas letras donde debe brillar siempre el arcoiris dando calor al alma enamorada que siempre tiene ansias de beber...
ResponderEliminarUn abrazo..