Al escuchar las declaraciones de la Madre
de Gabriel, Patricia, pidiendo que por favor cesen los mensajes de rabia y de
odio contra esa mujer, digo esa mujer, atendiendo
a la petición de la madre que nos expresa que esa mujer no merece ser nombrada. Mi corazón se derrumbó
y se conmovió al sentir tan de cerca su perdón como Madre, su generosidad,
justa valoración, reconocí en ella, a una mujer de valores, de dignidad y amor. Recordé la palabra de Dios, en Lucas 23, 34, cuando Jesús perdona a su
verdugos, y exclama en la cruz “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”
y Patricia ha dado una gran lección a todo a un país de perdón y de amor , porque el perdón sana, libera,
transforma, limpia y te permite avanzar .
Cuando
Pedro le pregunta en Mateo 21, cuantas veces tenemos que perdonar "Señor,
¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta
siete veces?". y Jesús respondió:
"No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”,
El acto de perdonar,
de liberarse de la atadura de los resentimientos, genera una verdadera sanación
tanto a nivel psicológico como espiritual, e incluso, en algunos casos,
sanación física.” El rencor, la falta de perdón, es una enfermedad que encoge
el espíritu, trae tristeza y un sentimiento de vulnerabilidad frente a los
otros. Cuando, en el nombre de Jesús, respondemos a las ofensas con el perdón,
se libera una fuerza interior que fortalece nuestra autoestima, y nos convierte
en canales del amor y la bendición del Dios vivo.
Gracias Gabriel,
Gracias Patricia por ser
testigo del amor del Dios vivo.
Y a ti que estás en el cielo Gabriel descansa en la fiesta de la Resurrección de nuestro Señor
Jesúscristo.
©Beatriz Martín
12/03/18
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario