Hola amigos, nuevamente comienzo mi
andadura en este espacio, luego del descanso navideño, les deseo un  Feliz año para todos , que este año sea un año
de bendiciones.
Hoy quisiera hablarles desde el  respeto humano, hacia el respeto a la diversidad,
a que mis hermanos piensen distinto a mi, dentro del concepto  de Dios.
Creo sinceramente que la diversidad, y el
pensamiento posee una riqueza  de gran
valor para el mundo de hoy,  Nuestros valores como la familia, respeto a la fe, a la intimidad, a la libertad de pensamiento y de expresión,  son fundamentales. La primera reflexión que hago,  es que  no debemos  dejarnos llevar por nuestra ira e intolerancia,  debemos  recordar en todo momento,  que
Dios vive dentro nosotros y hace vida en nosotros, que  somos testimonios de su amor, nuestro hermano que piensa distinto o es distinto puede aportarnos a nuestra
vida y que también Jesús vive en cada uno de mis hermanos, así que  hacer lo `posible en intentar amar con respeto,  no dejemos que los mercaderes de la religión, o de la ideologia nos atrapen, porque a veces nos impide ver a Dios y vivirlo.
El  respeto, en mi opinión, es un principio del amor de Dios,   dejemos
la puerta abierta a Dios, para que se  nos revele y 
allí está la verdadera sabiduría para seguir viviendo la fe, desde el amor de Dios, respetándonos entre
creyentes y entre no creyentes y  aprender a ser tolerantes.
Yo no quiero convencerte de nada, pero
permiteme expresarme en libertad, desde el respeto. Pidamos al Señor Jesús, que nos guie en todo momento y no olvidemos que somos luz, quedarnos callados sería pecado omisión, defender nuestros valores es obligación de los Cristianos, eso si con amor y firmeza. 
©Beatriz Martín
19/01/20

