Cuantas veces nos hemos sentido abatidos,
tristes, cargando una mochila llena de culpas y arrepentimientos, con esa sensación de fracaso, que no nos
conduce a nada y nos resta como seres
humanos, cuantas veces hemos estado angustiados, le hemos suplicado que cambien
situaciones adversas, y sentimos que no
nos escucha. No debemos olvidar que
somos hijos de Dios, él no se mueve de nuestro lado, el Padre, su hijo, nuestro
amigo, Jesús de Nazareth, es bálsamo, , es agua viva, que consuela
y seca nuestras lágrimas, así que vamos a dejarnos amar y consolar por él , él
esta esperando que le abras la puerta de tu corazón y tus lágrimas desaparecerán,
te lo digo yo.
¡Cuánta razón hay en tus letras Bea...!
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo querido gracias por pasar y dejar huella en este refugio , un abrazo grande para ti
EliminarCuando el Cristo interno abre sus alas todo florece y sana.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Sana todo Olga mil gracias por estar y dejar tu comentario por aqui un abrazo
EliminarLInda página e uma grande verdade.
ResponderEliminarUm abraço.
Élys.
Gracias Élys por pasar y venir a compartir , un abrazo
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