Hoy domingo escuchando misa por televisión, nos recordó el
Sacerdote, la importancia del encuentro con Dios a través de la Eucaristía. Y si
les soy sincera, mis ojos se humedecieron, porque no pude evitar viajar a
tantas eucaristías, y entonces la nostalgia se presenta como en otros domingos,
su ausencia me entristece; es cierto que en algunas de ellas me tomó por distraída, o la
rutina, hace que no le demos el valor debido y el puesto de honor que se
merece, nuestro Señor Jesuscristo, a pesar de ello siempre es un momento especial, tu corazón lo percibe, siempre se prepara para recibirle con emoción
, algún pensamiento intenta arrebatarte ese momento, pero nuestro querido amigo Jesús
no lo permite. Siempre es entrañable, su presencia, su sanación, su perdón y su
amor nos deja una sensación de paz inenarrable.
Recordemos las palabras de nuestro querido Papa Juan Pablo II: “"Debemos
dar un realce particular a la Eucaristía dominical y al domingo mismo...: es un
deber irrenunciable, que se ha de vivir no sólo para cumplir un precepto, sino
como necesidad de una vida cristiana verdaderamente consciente y coherente.” (…).
No olvidemos al menos los cristianos, que la Pandemia es un signo de
Dios, eso es indudable, no por castigo,
esto sería para otro tema y yo no soy laexperta, pero mi corazón cree firmemente que es una llamada
de atención, se ha vivido muchos años a
la espalda de Dios, en algunas ocasiones se ha visto un desprecio a su Palabra, a su iglesia, a nuestras costumbres y tradiciones, es un
toque a los Gobiernos del mundo, y a
todos sus hijos. No esperemos, busquemos
siempre su palabra, su presencia y su Eucaristía.
Que hoy la echado mucho de menos.
©Beatriz Martín
26/04/2020
Un abrazo Bea.
ResponderEliminarGracias Rafael otro para ti
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