Hola amigos, tanto tiempo. He estado muy liada, temas médicos y salud de mamá, pero hoy tengo un ratito.
Les comento que estamos próximos a la festividad de San Benito, que se celebra cada 11 de julio, así que mejor que conversar sobre su vida y el poder de su medalla.
Escrita su vida por su discípulo el Papa San Gregorio Magno (540-604) consta el poder exorcístico y milagroso de la bendición del gran patriarca de occidente y fundador de la orden contemplativa de los Benedictinos.
En cierta ocasión, nos cuenta San Gregorio, unos monjes rebeldes y odiosos ofrecieron a San Benito una copa de vino envenenado. Éste, iluminado por el Espíritu Santo, percibió tratarse de una trama para darle muerte y, con solemnidad, trazó sobre la copa la señal de la cruz. En consecuencia, la copa se rajó en mil pedazos y la perversa intención de aquellos monjes asesinos se vio frustrada.
Esta especial devoción a la santa cruz de San Benito se transmitió a las sucesivas generaciones de monjes benedictinos, dando origen a la creación de medallas que representaban a San Benito con una cruz en la mano derecha y el libro de su regla para los monasterios en la izquierda. Por lo tanto, la cruz siempre ha estado estrechamente asociada con la Medalla de San Benito, a la que a menudo se hace referencia como la “Medalla-Cruz” de San Benito.
No se sabe cuándo se acuñó la primera medalla de San Benito. Lo más probable es que la medalla haya ido siendo enriquecida en su simbolismo con el pasar de los años y los siglos. Por ejemplo, en determinado momento fueron colocadas una serie de letras mayúsculas alrededor de la gran figura de la cruz en el reverso. Entretanto, poco a poco se fue perdiendo conocimiento sobre el significado de tales letras, hasta que en 1647 se encontró un manuscrito del 1415 en la abadía de Metten en Baviera, que explicaba su sentido: son las letras iniciales de una oración latina de exorcismo contra Satanás.
Descripción de la Medalla
En la cara de la medalla está la imagen de San Benito. En su mano derecha sostiene la cruz, el símbolo cristiano de la salvación. La cruz nos recuerda los milagros del Santo obrados por la señal de la Cruz y el trabajo celoso de benedictinos en la evangelización y civilización de Europa, especialmente desde el siglo VI al X.
En la mano izquierda de San Benito está su Regla para los Monasterios que se podría resumir la máxima “no anteponer nada al amor de Cristo”.
Abajo, en el pedestal, a la derecha de San Benito está la copa envenenada, rota cuando trazó la señal de la cruz. En el pedestal de la izquierda hay un cuervo a punto de llevarse una hogaza de pan envenenado enviado a San Benito por un sacerdote envidioso.
Sobre la copa y el cuervo están las palabras en latín: Crux S. Patris Benedicti (La Cruz de nuestro Santo Padre Benito).
El propósito de usar la medalla es invocar la bendición y protección de San Benito, dondequiera que estemos, y sobre nuestras familias. Usar la medalla de forma devota y con coherencia cristiana,
La Santa Iglesia ha dispuesto para la Medalla de San Benito un rito de bendición especial en el cual se confieren especiales atributos a fin de auxiliar a los fieles en su lucha contra el poder de las tinieblas. La medalla es una imprecación contra Satanás, una oración exorcística.
Los que la usan dicen que es milagrosa en momentos de peligro. Yo de momento tengo el rosario y mi medalla la Milagrosa, sin embargo no está demás tenerla en estos tiempos de inseguridad.
Hasta la próxima, que Dios les bendiga.
©Beatriz Martín
01/07/2023
Biografía: la revista Heraldo del Evangelio, así como las ediciones Paulinas.
Muy entretenido el relato, gracias. Besos y que Dios te llene de paz
ResponderEliminarAmén Gracias mi niña por pasar por aqui un fuerte abrazo
Eliminar